jueves, 19 de abril de 2012

Antes de la tormenta


Nunca entendemos lo que el otro quiere, ni sabemos lo que  buscamos perfectamente, nunca pensamos que puede pasar, que al final regresamos a donde empezamos y que perdemos todo lo que fuimos.

Somos jóvenes y todo se nos hace fácil, incluso amar, pero luego nos arrepentimos, estamos aquí, pero no nos vemos e intentamos dar todo por que esto cambiara.

Y nos quedamos bajo la lluvia, intentando saber si todo se acabo, prometemos estar como estuvimos antes de la tormenta, pero siempre uno termina huyendo.

Y luego nos preguntamos si deberíamos rendirnos, antes de que la tempestad llegue y termine con la calma.

Intentamos hacer que la luz entre, pero que podemos hacer cuando las nubes se ponen sobre el corazón, no acabamos de entender que un corazón no es un hogar, en el que te puedas quedar cuantas veces quieras, destruir, huir y volver como si nada hubiera pasado.

Siempre prometemos estar, pero nunca sabemos si en verdad, el otro se atreve a quedar igual que lo hizo antes de la tormenta.

1 comentario:

  1. Efectivamente, uno puede prometer estar siempre para la otra persona, pero no sabemos, si la otra persona lo estará... aunque lo prometa.

    ResponderEliminar